Desayunar como la realeza es algo muy nuestro. Desayunar como si fuera un ritual, es algo de cada uno. Un país ejemplar en la dieta mediterránea, defensora del cereal y el aceite, el café recién hecho y los ingredientes de calidad pero al alcance de todos.
Esta tradición, porque ya se ha convertido en una por derecho propio, es diferente en cada familia. Algunas invierten más tiempo en preparar el desayuno en sábado y domingo. Otras son de desayunar en compañía y de pie, otras con las primeras noticias del día y sentados. Lo que sí coincide en todas ellas es el lugar, su casa, y el aroma: el desayuno es con café, o no es desayuno.